Escrito por Claudio Faúndez Nova. Claudio es candidato a Acts 29 y pastor de iglesia Cristiana Emaús, ademas de estar plantando en 2 comunidades más cerca de Ambato, Ecuador, donde vive con su esposa Silvana y sus dos hijas.
En este tiempo de crisis mundial por el Covid-19, en que las iglesias no podemos desarrollar nuestras actividades normales, tenemos un recurso maravilloso que Dios nos ha dejado en su Palabra para que la Iglesia siga edificándose: el culto familiar. En nuestra congregación hemos enseñado desde hace algunos años la importancia de esto y es una alegría que en este tiempo de prueba muchos ha podido sostener su fe por hacer el culto familiar y muchos que antes no lo hacían han visto en esta crisis el impulso que necesitaban para hacerlo.
¿Qué es el culto familiar y qué dice la Escritura sobre esto?
Para algunos este puede ser un termino desconocido, la mayoría de los cristianos de hoy ven todo lo relacionado con la adoración y la predicación de la Palabra en el ámbito de la congregación local, lo cual ciertamente no es equivocado. Pero a lo que nos referimos con “culto familiar” es al hábito que debe haber en los hogares de reunirse alrededor de la Palabra de Dios para leerla juntos, meditar en ella, adorar al Señor y orar. Aunque este termino puede parecer como una especia de liturgia en el hogar, en realidad se trata de instruir a nuestra familia en la Palabra de Dios. Esto está claramente enseñado en las Escrituras, veamos algunos textos que hablan sobre esto:
- Deuteronomio 6.6–7 “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Quizás este es el texto más importante y claro con respecto al culto familiar y es entregado después de haber dado el gran mandamiento de amar a Dios, lo que conocemos como el famoso Shema Israel. Dice que debemos enseñar la Palabra a nuestros hijos en todo momento y todo lugar. Claro está que este mandamiento pone a los padres como los principales responsables de la educación espiritual de sus hijos y que estos deben ocuparse de este deber. Sin embargo antes de dar este mandamiento ordena que las Palabras de Dios deben estar en nuestro corazón. Cuando la Palabra de Dios realmente es amada por los jefes de hogar, entonces esta estará presente en todo momento.
- En Josué 24.15 leemos que Josué le dice al pueblo de Israel “escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová” Este líder estaba retando al pueblo a que dejaran la idolatría y reconocieran al verdadero Dios que los liberó, y para afianzar esto les muestra que aunque ellos no quisieran servir al Dios verdadero él y toda su casa si lo haría. Ahora, debemos entender que el termino casa en esa época significaba más que el núcleo familiar que conocemos hoy (Padre, esposa e hijos), incluía a sus hijos, sus esposas, sus nietos, sus sirvientes y todos los que estaban bajo su cargo. Entonces ¿Cómo Josué estaba tan determinado y seguro que toda le seguiría en su servicio a Dios? Lo más probable es que, en concordancia con el mandamiento anterior, él le había inculcado a toda su casa su misma fe en el Dios verdadero.
- En Génesis 18 Dios se aparece a Abrahám para prometerle que en un año tendría el hijo prometido, y después el Señor decide no encubrirle su plan de destruir Sodoma y se lo cuenta. Inmediatamente Dios nos muestra porqué razón decide contarle esto a Abraham y en el v. 18 dice que que es porque él será una nación grande, pero también en el v.19 dice: “Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él” Dios tenía la seguridad que Abraham instruiría a sus hijos y a toda su casa en el camino de Jehová.
- En el Nuevo Testamento vemos el ejemplo de Timoteo, que según se dice en 2 Timoteo 3.15 conocía las Sagradas Escrituras desde la niñez.
Vemos en estos textos de una manera clara que la instrucción en la Palabra comienza en el hogar, para cumplir esto es que nos sirve el culto familiar.
Consejos prácticos de cómo hacer el culto familiar.
Entendiendo que las Escrituras nos enseñan claramente que en cada hogar se debe aprender la Palabra de Dios y se debe orar a él, a continuación les compartiré algunos consejos y una guía de cómo hacerlo:
- Primero busquen un horario donde cada día puedan reunirse todos en la casa para cantar al Señor, leer la Palabra y orar.
- Escojan un libro de la Biblia para leer un capítulo de este cada día.
- Sería bueno que en el tiempo de la lectura se le dé oportunidad a los hijos que ya saben leer a que ellos lean una parte de capítulo correspondiente.
- Además de la lectura pueden usar un material de discipulado o algún material de crecimiento espiritual para repasar en este tiempo.
- Sería bueno imprimir hojas o cuadernillos con las alabanzas para que a todos les sea fácil cantar las alabanzas. (Es en el culto familiar donde los hijos aprenderán la importancia de cantar al Señor y le tomará el gusto de hacerlo)
- Debe haber la apertura de que si alguien quiere compartir algún pensamiento, motivo de gratitud o preguntar tenga la libertad de hacerlo.
- Como jefes de hogar debemos orar para que esto se pueda realizar en nuestro hogar y sea un tiempo en que Dios hable a la familia y debemos preparar este tiempo de antemano, teniendo en cuenta que es algo muy importante.
- Es bueno que después de la lectura haya un tiempo de conversación sobre lo que se ha leído. Esto dará lugar a la enseñanza. En la guía que daré a continuación les dejaré unos ejemplo de preguntas que se pueden hacer.
- Tengan un tiempo de oración donde se le anime a cada integrante de la familia a clamar al Señor. Este es el momento para que algunos de la familia aprendan a orar, y también podremos ver, por lo que dicen en sus oraciones, cuáles son sus preocupaciones como también cuánto entienden de la doctrina.
- Este tiempo no debe ser muy largo, debe tener un tiempo prudente. Si lo hacemos con sabiduría será el deleite de la familia, mas si no, será una carga.
Ahora les dejaré una guía de cómo hacerlo:
- Oración para comenzar. Oren dando gracias al Señor por poder reunirse y pídanle al Señor que bendiga este tiempo de adoración.
- Tiempo de alabanza. Canten usando un cancionero en lo posible para que todos puedan seguir la letra de las alabanzas.
- Lectura de la Palabra. Lea la Palabra con mucha claridad y reverencia, de modo que todos entiendan la lectura.
- Conversación sobre la lectura. Dialoguen acerca de lo leído, haga participar a todos y use las siguientes preguntas como ayuda en esto:¿qué les llamó la atención de lo que hemos leído?¿hay algo que el Señor te ha enseñado en esta lectura? ¿Hay algo que no entendiste?
- Tiempo de oración. En lo posible que cada miembro de la familia eleve una oración sencilla al Señor. Si quiere orar largamente hágalo en su oración privada, aquí procure ser específico y corto.
Un llamado a aceptar el desafío.
Estimado hermano, le animo aceptar este desafío y guiar a su familia en la Palabra, y si usted es pastor o líder de su congregación, le animo a que lo ponga en practica y enseñe a la Iglesia a hacerlo. Piense en estas dos cosas, la primera es que la fe se vive primeramente en el hogar, y segundo, que si usted tiene hermanos que sean capaces de enseñar en sus casas a sus familias, ellos serán los indicados para en el futuro enseñar y pastorear a la Iglesia también.
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